Cambiemos nuestra perspectiva

Apoyemos creando seguridad y bienestar

Tomando en cuenta las ideas anteriores podemos entonces intentar cambiar nuestra perspectiva preguntándonos, ¿qué habrá pasado en su vida que le podría estar afectando su manera de actuar?

Por ejemplo:

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¿Qué le ha pasado?” cambia la perspectiva.

> Remueve la culpa y permite a la persona reflexionar en los eventos y condiciones (externas) que se dieron para estar en la posición en la que se encuentra la persona. Esto también se puede hacer de manera reflexiva: ¿Qué me ha pasado?

> Este cambio de perspectiva sin juzgar ayuda a entender que los comportamientos que usted o a la personas a las que le brinda servicio ven o sienten son manifestaciones normales de situaciones anormales (adversas). No es mal comportamiento pero manifestaciones y/o reacciones al trauma.

Al incrementar nuestro entendimiento podemos entonces brindar el apoyo necesario cambiando nuestra intervención desde un punto de vista positivo: ¿Qué está bien en usted y que puedo hacer para darle más apoyo? - contribuyendo así a la capacidad de resiliencia en la persona y también en la sabiduría que existe dentro de une para desarrollar lo que podría ser beneficioso (empoderando y no salvando).

Tome en cuenta que muchas veces las personas no quieren hablar de sus experiencias y pueden reaccionar a la defensiva, y eso también es entendible.